Viajar sin plástico
- Eugenia Elia

- 21 may 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 6 jul 2020
A lo largo de los últimos años una nueva ola de viajeros, concienciados con el medio ambiente, ha puesto en marcha medidas de prevención para eliminar la huella que dejar por los países que visitan. La importancia de estas prácticas, aún no comprendida por muchos, muestra una respuesta a la desesperada llamada de la naturaleza.

Cada año se suman a esta iniciativa más viajeros bajo el lema "Zero waste" que no sólo ha revolucionado el mundo del Travel. Muchos ya han adoptado en su día a día los rituales necesarios para no sólo dejar de desperdiciar alimentos, sino minimizar el uso de plásticos en su rutina diaria.
No es que se trate de una tarea sencilla, especialmente para aquellos que hemos nacido en la era "millennial", rodeados de comida basura, Barbies, y chuches de envoltorios de un sólo uso. Y es que, es especialmente en esta época que donde todas las medidas que podamos tomar se quedan cortas.
Quienes viajan a menudo saben que el simple hecho de utilizar un medio de transporte como el avión tiene entre el colectivo ecologista una connotación nefasta. Muchos de ellos han incluso experimentado la llamada "vergüenza por viajar", preguntándose ¿Cuál es realmente la huella de carbono de mi viaje?.
El tren es el medio de transporte menos contaminante, y el avión, el que mayor huella de carbono deja, según explica Marina Gros. Si hay que cogerlo, mejor en trayectos largos (cuando más emite es en el despegue y en el aterrizaje), en vuelos directos y en clase turista. El PAIS
No sólo las compañías aéreas son conscientes de este nuevo escenario, sino que muchas empresas de la industria alimenticia ya han dado (pequeños) pasos en lo que a la adaptación ecológica se refiere. Por su parte las medidas particulares, que cualquiera de nosotros puede poner en marcha van desde emplear botellas reutilizables para transportar agua o llevar nuestros propios cubiertos en la maleta. Rellenar las botellas suele ser sencillo ya en prácticamente cualquier parte del mundo. Incluso en muchos aeropuertos suele haber fuentes con agua potable.
Como turistas también hemos presenciado el cambio en algunas algunas cadenas hoteleras que se han puesto las pilas, aunque sólo sea por seguir la moda. Reducir o eliminar el uso de pajitas de plástico o minimizar el lavado de ropa de cama y baño en la habitación son algunas de las principales medidas que se están llevando a cabo, aunque está claro que al sector del turismo aún le queda un gran recorrido.















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